GINEBRA - La Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, criticó el mal estado de las cárceles en América Latina e hizo un llamado para tomar medidas urgentes y evitar que ocurran más tragedias como en Honduras.
Pillay externó su preocupación
por que los problemas que afectan a las cárceles de ninguna manera están
limitados a Honduras en donde a consecuencia de un incendio
murieron más de 350 presos.
En las últimas semanas ha habido una ola de violencia en las cárceles de
América Latina, lo que ha resultado en la pérdida de vidas en Uruguay,
Argentina, Venezuela y Chile, subrayó Pillay.
El año pasado, cinco reclusos jóvenes perdieron la vida y muchos otros
resultaron heridos durante un incendio en un centro de detención juvenil en
Panamá, recordó.
"Estos hechos reflejan un patrón alarmante de la violencia carcelaria
en la región, que es una consecuencia directa, o agravada por una serie de
problemas endémicos”.
Entre dichos problemas citó el hacinamiento crónico, la falta de acceso a
los servicios básicos tales como espacio suficiente, agua potable,
alimentación, atención médica, y la falta de normas básicas de saneamiento e
higiene", argumentó.
"Estas condiciones se ven agravadas por las demoras judiciales y el
recurso excesivo a la prisión preventiva", agregó la Alta Comisionada.
Las críticas han sido reiteradas
Las condiciones penitenciarias en América Latina han sido criticadas en
repetidas ocasiones en los informes de los órganos de tratados de Naciones
Unidas y los titulares de mandatos de los procedimientos especiales, así como
en el contexto del Examen Periódico Universal, recordó.
Instó a los Estados a garantizar que las condiciones de detención, y que
estas sean compatibles con la prohibición de la tortura y los tratos crueles,
inhumanos o degradantes", señaló la juez sudafricana.
Además de las recientes muertes de presos en toda la región, nuestra
Oficina Regional en Chile ha expresado su preocupación acerca de un video que
muestra a una prisionera esposada que acababa de dar a luz en Brasil, ésto en
clara contravención de las normas internacionales de derechos humanos.
"Todos los Estados deben adoptar medidas urgentes para asegurar que
las condiciones de detención cumplen con las normas internacionales de derechos
humanos", llamó Pillay.
Dichas medidas deberían incluir, entre otros, el establecimiento de
mecanismos imparciales para inspeccionar y visitar los lugares de detención y
el confinamiento.
Ninguno de los países de la región de América del Sur ha establecido un
mecanismo nacional de prevención contra la tortura, como exige el Protocolo
Facultativo de la Convención contra la Tortura (OPCAT).
Por tanto el ACNUDH instó a los Estados que aún no han ratificado el
Protocolo Facultativo de hacerlo, y urgió a los Estados Partes en el Protocolo
Facultativo de establecer un mecanismo nacional de prevención (MNP) como una
cuestión de prioridad.
Aunque Honduras cuenta con un Mecanismo Nacional de Prevención, llamado
CONAPREV, el gobierno todavía no lo ha dotado de fondos suficientes para el
cumplimiento de sus funciones esenciales, observó.
Los focos rojos en las prisiones
"Las prisiones en toda la región tienen una tendencia crónica al
hacinamiento. Además de los incendios de esta semana en Honduras, Pillay
mencionó otros casos recientes de preocupación que se refieren a continuación:
En Argentina un detenido murió el 27 de enero después de ser apuñalado por
otro preso en la cárcel de Capayán, en la provincia de Catamarca, el norte de
Argentina.
En un incidente separado, el 29 de enero, un preso de 25 años de edad,
murió después de recibir 30 golpes en la cabeza por parte de los guardias de la
Unidad 46 del Complejo de San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense.
En Chile el 29 de enero, un preso de 25 años en prisión preventiva recibió
un disparo en la cabeza por un guardia al tratar de escapar de la cárcel de
Talagante, cerca de Santiago, lo que condujo a un motín en la cárcel.
A principios de febrero, un brote de hantavirus -una forma de fiebre
hemorrágica transmitida por los roedores- dieron muerte a dos presos y varios
otros resultaron afectados en el penal El Manzano.
En lo que toca a El Salvador el 19 de noviembre de 2011, cuatro reclusos en
la prisión de Quezaltepeque, en San Salvador, fueron asesinados en una pelea
entre los presos.
En Panamá el 9 de enero de 2011, cinco adolescentes, con edades
comprendidas entre 15 y 17 años, murieron y muchos otros resultaron heridos
como consecuencia de un incendio en un centro de detención juvenil en Tocumen,
Panamá, mientras que la policía no hizo nada, o disparó gases lacrimógenos en
el interior la prisión en llamas.
Un evento similar se llevó a cabo el 20 de junio de 2011, en el que 20
adolescentes resultaron heridos.
En Uruguay, tres presos murieron en un incendio en la cárcel de COMCAR
cerca de Montevideo el 29 de enero de este año, que habrían tenido lugar como
consecuencia de la violencia entre reclusos.
En Venezuela el 25 de enero, dos presos murieron como consecuencia de la
violencia de prisioneros de los presos durante un motín en la Penitenciaría
Nacional de Maracaibo, ennumeró ACNUDH.
Fuente: http://noticias.univision.com/america-latina/article/2012-02-17/onu-critica-carceles-latinoamerica#axzz1oNqyeXE8
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