miércoles, 14 de marzo de 2012

Inseguridad y persecución a ONGs dominaron el EPU de Venezuela

Alejandro Villalobos. Las recomendaciones más insistentes que delegados de 50 países hicieron a Venezuela durante el Examen Periódico Universal (EPU) fueron darle más independencia al poder judicial, apoyar y no perseguir a los defensores de derechos humanos, incentivar el diálogo con la sociedad civil, la grave situación de la libertad de expresión y atender la inseguridad ciudadana.

El primer EPU para el gobierno de Hugo Chávez comenzó en Ginebra puntual a las 8:00 de la mañana, y duró las tres horas reglamentarias. La secuencia de los 75 países que previamente se anotaron para dar su opinión y hacer sugerencias, fue interrumpida tres veces por la numerosa delegación venezolana, encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro.

Con el tiempo cumplido, 25 delegaciones no pudieron tomar la palabra, pero sus consideraciones serán incluidas en el informe final que deberá presentar la troika, que quedó conformada por Burkina Faso, Guatemala y República Checa, en el que analizarán las posiciones del resto de los países.

Brasil participó en el veinteavo lugar y su exposición fue vista como una de las más importantes, por el peso que tiene en América Latina y por contar con un gobierno de izquierda, como el venezolano. La delegada dejó claro que "la libertad de expresión es necesaria para la democracia" y planteó un plan nacional de DDHH, en cooperación con la sociedad civil.

De la preocupación por la creciente cifra de homicidios se hicieron eco República Checa, Reino Unido, Francia, Turquía, y otros más. La falta de independencia en el poder judicial fue sacado al ruedo por Canadá y otros países industrializados.

Los primeros cinco países en intervenir son aliados de Venezuela: Cuba, Nicaragua, Rusia, Bolivia y Ecuador. Los americanos, pertenecientes a la Alba, elogiaron las políticas revolucionarias aplicadas por Chávez, centrados en lo social y lo colectivo. Rusia, vendedor de armas y material de guerra al país, se atrevió a preguntar cómo garantiza Venezuela la libertad de información.

Japón fue el sexto país que tomó la palabra. Ewald Scharfenberg, director ejecutivo en Venezuela del Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), le dio mayor significado a esta participación, en la que se mostró preocupación por la libertad de expresión. "Se notó el interés de esta delegación hacer saber su posición en el tema", dijo durante un rueda de prensa posterior a la evaluación, que se realizó vía Internet desde Ginebra.

Después de doce intervenciones, Venezuela pidió la palabra. Los representantes de las organizaciones no gubernamentales se prepararon para escuchar las respuestas. Pero Maduro dio la palabra primero al procurador Carlos Escarrá y luego al ministro del Interior, Tareck El Aissami, quienes leyeron discursos previamente elaborados sobre sus áreas de acción. Expertos de las Naciones Unidas afirmaron que los venezolanos intentaban restar tiempo con declaraciones inconexas y propagandísticas, al mejor estilo cubano.

También intervinieron la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales; la fiscal general Luisa Ortega Díaz; el presidente del Instituto Nacional de Estadística, Elías Eljuri, y la ministra de asuntos indígenas, Nilcia Maldonado. Todos en el mismo esquema discursivo.

Ya Uruguay había inaugurado dos temas que serían recurrentes en la sesión: Facilitar la labor de las ONG y actores de la sociedad civil y medios de comunicación; y extender invitaciones a los relatores de temas de derechos humanos, que no vienen al país desde 2002. Scharfenberg recordó que ya tres han hecho la solicitud de visitar Venezuela: libertad de expresión, trato inhumano y defensoría.

A la primera petición uruguaya se fueron plegando países, entre ellos República Checa, que además calificó de mínimo el avance en materia de derechos humanos. Y a la segunda se unió Estados Unidos, que mostró una profunda preocupación por la libertad de expresión. Además, el país pidió la libertad para la jueza María Lourdes Afiuni, detenida en diciembre de 2009 por dejar en libertad condicional al banquero Eligio Cedeño y luego de que el presidente Chávez exigió en televisión una pena de 30 años para ella.

Al tomar Francia la palabra, el tema de la libertad de expresión agarró un nuevo aire. La delegación citó un informe de la Unesco de 2011 que muestra las restricción que en la materia aplica Venezuela y recomendó al país reiterar su apego a este derecho, además de exigir tomar medidas para proteger a periodistas y defensores de los derechos humanos, requerimientos que repitieron Eslovaquia, Paraguay, Canadá y Noruega. Los dos últimos pidieron cesar la persecución contra las ONG y no satanizar la cooperación internacional.
Libertad de expresión

Las recomendaciones fueron precisas y dirigidas a la libertad de expresión: mostró preocupación por los procesos judiciales abiertos a periodistas. Pidió eliminar los delitos de desacato y vilipendio, con una reforma al Código Penal. Suiza también pidió respetar este derecho humano. E Indonesia, tan alejado cultural y geográficamente de Venezuela sugirió "mejorar temas de libertad de expresión y persecución de periodistas", al igual que Australia, Eslovenia, Canadá, Israel y Vietnam.

Alemania también tuvo una de las participaciones más directas, al solicitar una evaluación de las medidas legislativas en temas de libertad de expresión y revertir las que limitan este derecho universal.

Sobresalientes del examen

La delegación de Bélgica de mostró sorprendida de oír a vocero del Gobierno decir que las resoluciones del Sistema Interamericano no aplican a Venezuela, y exigió reconocer las decisiones de la CorteIDH, en una clara referencia a la habilitación de Leopoldo López para que pueda presentarse como candidato presidencial

Israel sugirió suprimir la práctica de uso del poder judicial para callar críticas al Gobierno

Pakistán dijo que se debe aprovechar el EPU para mejorar los aspectos deficientes 

Fuente: www.el-carabobeno.com


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