jueves, 15 de marzo de 2012

Gobierno rechaza abrirle las puertas a la ONU y a la CIDH

Los relatores de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) seguirán teniendo las puertas cerradas en Venezuela, al menos que el Gobierno Nacional "considere oportuno" invitarlos al país.

Así lo dejó en claro el Ejecutivo en el informe final que le envió al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas con motivo del Examen Periódico Universal de Derechos Humanos al que fue sometido el país en octubre pasado.

En el reporte, el cual será discutido hoy en Ginebra (Suiza), el Gobierno le informó al organismo internacional que rechazó definitivamente las propuestas que le formularon los representantes de Brasil, Uruguay, Noruega, Australia, Reino Unido y Estados Unidos para que permitiera el ingreso de los funcionarios de las organizaciones regionales e internacionales dedicadas a supervisar la situación de los Derechos Humanos.

"Cada invitación está sujeta a las necesidades internas", replicó la Cancillería en su escrito de seis páginas, en el cual se recuerda que el año viene se permitirá la llegada al país del relator especial sobre el Derecho a la Alimentación.

Los miembros de la CIDH tienen desde 2003 solicitando poder visitar Venezuela para constatar la situación de las garantías fundamentales, pero las autoridades se niegan a invitarlos por considerarlos parcializados y por su supuesto apoyo al intento de golpe de Estado de abril de 2002. Con la misma suerte han corrido tanto el actual relator de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión, el guatemalteco Frank La Rue, como su predecesor.

En su reporte, el Gobierno anuncia que solamente aceptó dos de las 15 sugerencias que en octubre pasado pidió aplazar para analizarlas con detenimiento. Entre los nuevos compromisos que asumió están firmar la Convención para proteger a los trabajadores migratorios y el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

A las reiteradas peticiones que recibió para fortalecer la independencia del Poder Judicial, garantizar la libertad de expresión y asegurar el trabajo de las organizaciones no gubernamentales, el Ejecutivo respondió: "Venezuela no aceptó recomendaciones que están bajo desconocimiento de su independencia, soberanía y que se inmiscuyen en sus asuntos internos"; y seguidamente agregó: "Muchas de las recomendaciones rechazadas pretendieron darle órdenes al Estado venezolano".

Fuente: jalonso@eluniversal.com

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